El metal rojo, considerado un barómetro de la economía mundial, cayó hasta un 3.7% a US$ 7,955 la tonelada métrica en Londres. Los precios colapsaron un 20% en los tres meses que terminaron el 30 de junio, el peor trimestre en una década.
Los precios del cobre registraban el viernes su mayor caída semanal en un año, con un descenso acumulado de más del 7%, ya que los inversores temen que los esfuerzos de los bancos centrales por reducir la inflación frenen el crecimiento económico mundial y reduzcan la demanda de metales.
Otros metales industriales también se desplomaban: el níquel bajaba un 13% en lo que va de semana y el estaño un 25%, su mayor desplome semanal desde al menos 2005.
El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajaba un 1,26%, a US$ 8.305,50 la tonelada a las 11:33 GMT, después de haber tocado los US$ 8.220, un descenso de casi el 25% desde el máximo alcanzado en marzo y su nivel más bajo desde febrero de 2021.
Bhar dijo que el cobre, utilizado en la energía y la construcción, podría caer hacia su costo de producción, en torno a los US$ 7.000 -US$ 7.500, aunque la escasa oferta y el aumento de la demanda para su uso en la electrificación más adelante en la década elevarán los precios.
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